Mejor tensiómetro: costes, marcas, mejores tensiómetros de 2021

Es indispensable para los sujetos propensos a enfermedades como la hipertensión, pero aun así sería bueno utilizarlo para mantener bajo control su salud y la de sus seres queridos incluso en ausencia de problemas particulares. El tensiómetro, o esfigmomanómetro (de la combinación de la palabra griega sphygmòs, «pulso», y manómetro, a su vez compuesta del griego manòs, «raro» y métron, «medida»), es un aparato de medición utilizado para controlar la presión arterial, diastólica (la mínima) y sistólica (la máxima); De origen antiguo, está en posesión de todos los médicos, pero ha entrado en los hogares de (casi) todo el mundo en virtud de los desarrollos de la tecnología moderna, lo que hace posible medir la presión arterial en la comodidad de su propia casa, y siempre que lo desee.

Mantener los valores de la presión arterial bajo control, y especialmente en presencia de hipertensión, es de hecho esencial para la calidad de vida y para evitar consecuencias irreversibles, especialmente si consideramos que frente a los sujetos hipertensos «constatados», hay muchos que están afectados sin saberlo. Pero, ¿qué se entiende por presión arterial alta? La elevación de la presión arterial por encima de los valores normales, que son 140/90 mmHg, aunque no es una verdadera enfermedad, es en todo caso un factor de riesgo, una «campana de alarma» que no hay que ignorar, porque facilita la aparición de otros problemas más graves a nivel cardiovascular, al obligar al corazón a bombear la sangre sin esfuerzo por todo el cuerpo.

Funcionamiento de un tensiómetro

Dolores de cabeza, mareos, dolor en el pecho: estos son algunos de los síntomas relacionados con la hipertensión arterial, pero a menudo -como ya se ha señalado- se trata de una condición asintomática, que sin embargo, en su «silencio», puede causar daños a su cuerpo. Por eso es fundamental controlar la presión arterial, reduciendo así el riesgo de complicaciones peligrosas que pongan en peligro la vida. Y el esfigmomanómetro interviene justamente para ello, permitiendo una medición periódica y eficaz, además de sencilla: pero ¿cómo funciona exactamente?

Antes de ilustrar -en los párrafos siguientes- los diferentes tipos de este aparato, a los que se conectan los distintos modos de funcionamiento, señalamos aquí que el tensiómetro tradicional consiste en un manguito que se coloca en el brazo izquierdo y se envuelve en la parte superior del mismo, para luego ser inflado -mediante una bomba conectada al propio manguito- con el fin de generar presión; la campana del estetoscopio -el «componente» del tensiómetro y el aparato que utiliza el médico para la auscultación- se coloca justo debajo del mencionado manguito y precisamente en el pliegue del brazo. Mientras el médico sostiene la bomba en una mano, con la otra coloca dos dedos en la muñeca del paciente para percibir las pulsaciones de la arteria radial, introduciendo luego en los oídos las olivetas conectadas al arco auricular del estetoscopio antes mencionado. Una vez inflado, el manguito ejerce presión sobre la arteria del brazo, interrumpiendo por un instante el flujo sanguíneo: la presión se mide así cuando el aire se libera gradualmente del manguito, permitiendo que la sangre vuelva a fluir. El primer pulso detectado será la presión sistólica, mientras que el segundo, el diastólico, se percibirá en el momento en que desaparezcan los latidos.

Tipos tensiómetros

El tipo de esfigmomanómetro es un factor decisivo a la hora de comprar uno -así como ciertos parámetros muy precisos, que se comentarán más adelante-, ya que de ello dependerá su funcionamiento y el uso que le dé el paciente. Sin duda, elegir un tensiómetro en lugar de otro puede ser todo menos fácil, a la vista de los muchos modelos disponibles en el mercado. Pero la guía en objeto proporcionará un «vademécum» útil para seleccionar el mejor dispositivo para uno mismo y sus necesidades, exponiendo los pros y los contras de cada tipo, desde la precisión de los resultados, pasando por la sencillez de la lectura de los datos, hasta el factor de seguridad. Como veremos en breve, según las diferentes modalidades de funcionamiento, existen dos «grupos» de esfigmomanómetros: el manual o analógico, y el electrónico o digital, el primero de uso profesional, reservado al personal médico, el segundo, sencillo e intuitivo, que puede ser utilizado también por los menos expertos.

El Esfigmomanómetro manual

Como su nombre indica, el esfigmomanómetro manual se caracteriza por un funcionamiento manual, es decir, no prevé ningún componente electrónico. Utilizado en contextos clínicos y hospitalarios, o en cualquier caso por el personal sanitario -como se acaba de explicar- puede ser de dos tipos: de mercurio y aneroide.

Esfigmomanómetro de mercurio. Considerado el «progenitor» de los dispositivos más modernos de este tipo, no se recomienda sin embargo por la toxicidad del mercurio y la consiguiente dificultad de eliminación. Sin embargo, todavía se utiliza hoy en día, ya que es considerado por muchos como el instrumento más preciso para medir la presión arterial. Sus elementos constitutivos son un manguito de tela que cubre una cámara de aire, una bomba manual con una válvula metálica (conectada al mencionado manguito a través de un tubo de goma), una columna de mercurio y una escala graduada que muestra los diferentes valores de presión expresados en milímetros de mercurio (mmHg).

Esfigmomanómetro aneroide. Tensiómetro sin columna de mercurio, se compone de los mismos elementos que el tipo anterior, diferenciándose de éste en la presencia -en lugar de la columna de mercurio- de un manómetro de reloj con una aguja móvil en la que se indica una escala graduada en milímetros de mercurio (mmHg). Aunque es un aparato poco voluminoso y más fácil de transportar que otros modelos, no «brilla» por su estabilidad con el paso del tiempo, sobre todo si se maneja con poco cuidado.

El Esfigmomanómetro electrónico

Instrumento capaz de establecer los valores de la presión arterial de forma totalmente automatizada, el esfigmomanómetro electrónico representa, sin duda, el modelo más popular precisamente por la sencillez que lo caracteriza, así como por la posibilidad que ofrece: es decir, medir la citada presión arterial en la comodidad y tranquilidad del propio hogar, de forma frecuente y periódica, sin necesidad de consultar al médico cada vez que se necesite. Ideal desde este punto de vista también para sujetos particularmente ansiosos, representa la elección óptima no sólo en presencia de hipertensión, o cuando se sospecha una gran variabilidad de la presión, sino también para la evaluación y el seguimiento de un tratamiento antihipertensivo.

El tensiómetro manual es extremadamente fácil de usar -como acabamos de mencionar- gracias a su funcionamiento mediante botones prácticos e intuitivos, el esfigmomanómetro electrónico puede ser utilizado incluso por los menos expertos: de hecho, no requiere ningún conocimiento particular, salvo la colocación correcta del manguito con el que está provisto, y la observancia de algunas precauciones destinadas a evitar mediciones inexactas o imprecisas. Este manguito consta de una cámara de aire y está conectado a través de un tubo de goma a un dispositivo electrónico. Este último infla y desinfla el manguito y, mediante un sensor específico capaz de detectar las variaciones de presión, recoge y procesa los datos, mostrándolos en una pantalla digital.

La sencillez de uso no es el único aspecto positivo del aparato en cuestión, ya que le permite funciones que no se encuentran, por razones obvias, en los modelos analógicos: la posibilidad de registrar las mediciones (para que pueda controlar su salud y sus progresos) y de ofrecer otras informaciones (como la frecuencia cardíaca), así como la presencia de funciones adicionales (como el despertador, para recordar que debe tomarse la medida todos los días a la misma hora).

¿Tensiómetro de brazo o de muñeca?

La distinción entre esfigmomanómetros de brazo y de muñeca representa la segunda distinción operativa dentro de los dispositivos de este tipo disponibles en el mercado. Distinción que ve la posibilidad, para el usuario, de introducir el brazo en un manguito y medir la presión arterial desde el propio brazo, u optar por un manguito más pequeño que se coloca alrededor de la muñeca. También en este segundo caso, simplemente activando el botón de inicio, el aparato mide de forma automática los valores de su propia presión, que pueden visualizarse -al final de la medición- en el display de la parte superior del manguito.

Ejemplos de esfigmomanómetros de brazo

La elección entre los dos tipos de esfigmomanómetro está vinculada a necesidades puramente personales, que se diversifican en función del usuario de referencia: un usuario con una circunferencia de brazo muy grande, por ejemplo, podría beneficiarse de un esfigmomanómetro de muñeca. Este último dispositivo, entre otras cosas, es extremadamente práctico e incluso más portátil que el esfigmomanómetro de brazo, y es ideal para todas aquellas situaciones que requieren varios controles a lo largo del día, también para realizarlos fuera de casa.

Ejemplos de esfigmomanómetros de muñeca

Sin embargo, aunque son más cómodos de usar, los esfigmomanómetros de muñeca pueden dar lugar a numerosos errores durante la medición, errores que pueden atribuirse esencialmente al movimiento -incluso involuntario- y a la posición de la muñeca mientras el instrumento está en funcionamiento. Para garantizar una lectura precisa de la presión arterial y, por lo tanto, para evitar mediciones incorrectas, el brazo debe estar apoyado en una superficie plana, de modo que el pulso esté a la altura del corazón. Todas estas consideraciones llevan a orientar la elección hacia un esfigmomanómetro de brazo.

Para una mejor comprensión de los diferentes tipos de esfigmomanómetros, informamos de la siguiente tabla:

Tabla con los tipos de tensiómetros

Tipo de esfigmomanómetro Características Ventajas Desventajas
Esfigmomanómetro manual No requiere ningún componente electrónico, utilizando una bomba para ser activada manualmente. Máxima precisión en la medición. No es de uso simple e inmediato. Dispositivo reservado para personal médico.
Tensiómetro manual de mercurio Consiste en un manguito de tela que cubre una cámara de aire, una bomba manual con válvula de metal, una columna de mercurio y una escala graduada con los valores de presión en mmHg. Dispositivo considerado por muchos como el más preciso para medir la presión arterial. Toxicidad por mercurio y consecuentes dificultades de eliminación.
Tensiómetro aneroide manual Se diferencia del tipo anterior por la presencia, en lugar de la columna de mercurio, de un manómetro de reloj con una aguja móvil y con una escala graduada en mmHg. Ahorro de espacio y fácil de transportar. Poca estabilidad en el tiempo.
Esfigmomanómetro electrónico Operación totalmente automatizada. – Facilidad de uso
– Velocidad de medición
– Posibilidad de uso incluso por los menos experimentados
– Registro de mediciones
– Posibilidad de proporcionar funciones adicionales (como despertador).
La precisión de la medición puede ser menor que la ofrecida por el monitor de presión arterial manual.
Tensiómetro electrónico de brazo Introducción del brazo, por parte del usuario, en el manguito correspondiente. Medición automática de presión y visualización de valores de presión en la pantalla. Fácil de usar: sin embargo, se debe tener cuidado de que el brazo esté colocado a la misma altura que el corazón. Más que desventajas, en este caso conviene hablar de necesidades personales (el dispositivo en cuestión no se indicará, por ejemplo, en el caso de una circunferencia de brazo muy grande).
Tensiómetro electrónico de muñeca Funcionamiento similar al del tipo anterior, con la única diferencia de que la manga, más pequeña, se coloca alrededor de la muñeca. Práctico y portátil. Posibilidad de errores durante la medición debido a los movimientos y posición de la muñeca durante el funcionamiento del dispositivo.

El tensiómetro pediátrico o para niños

Incluso los niños más pequeños pueden sufrir hipertensión o hipotensión: síntomas como el dolor de cabeza, los vómitos o los mareos pueden ser, de hecho, signos de presión arterial alta o baja. En estos casos, es necesario controlar constantemente la presión arterial. ¿Qué dispositivo utilizar? Las marcas más populares no tienen un modelo específico para niños, sino puños pequeños, adecuados para una circunferencia de brazo más pequeña. Los métodos de medición son similares a los de los adultos.

Métodos e indicaciones de uso

Veamos ahora cómo medir la presión sanguínea/arterial y colocar correctamente el esfigmomanómetro para obtener valores fiables. Estos son los pasos.

Colocación del manguito. Después de haber descubierto el brazo al menos hasta los hombros, es necesario colocar el manguito a 2-3 centímetros del codo dejando el espacio de un dedo entre el propio manguito y el brazo (de lo contrario se realizaría una presión demasiado alta, con el riesgo de obtener valores «falsos»). A continuación, apriete el manguito, teniendo en cuenta que la manguera de aire conectada al aparato debe estar orientada hacia arriba, «siguiendo» la línea del brazo. Este procedimiento es similar en el caso de un esfigmomanómetro de muñeca, con la única diferencia de que el medidor con manguito debe colocarse a una distancia de aproximadamente un centímetro del punto donde comienza la palma de la mano, y con la pantalla hacia arriba.

Posicionamiento del brazo. La forma en que se coloca el brazo también afecta a la precisión o no de los resultados de la medición. En el caso de un esfigmomanómetro de brazo, ya sea de pie o sentado, es esencial colocar el brazo en un estante, asegurándose de que el manguito esté a la misma altura que el corazón. Del mismo modo, con un dispositivo de muñeca, será necesario apoyar el brazo en una superficie plana, mientras que la mano debe permanecer suspendida en el aire.
Además de la colocación correcta del manguito y del brazo, es útil «confiar» en algunas indicaciones antes de tomar la presión arterial. En este sentido, se recomienda en primer lugar permanecer en reposo durante 5-10 minutos, no beber alcohol ni fumar, ni realizar actividad física, porque pueden alterar los resultados de la propia medición. Lo ideal sería llevar ropa holgada (como una camiseta, por ejemplo) y utilizar siempre el mismo brazo para las lecturas. En el momento de la medición, por último, debes intentar permanecer relajado, sin que los músculos estén en tensión, evitando moverte y hablar.

Cómo elegir el mejor tensiómetro

Las prestaciones y la facilidad de uso son los parámetros de referencia indispensables para una elección prudente y «correcta», así como las funciones, los materiales y los accesorios, aunque estos últimos no desempeñan un papel primordial. Sin duda, la información proporcionada -relativa a la presión arterial y a los latidos del corazón- ocupa un lugar destacado, tanto en los esfigmomanómetros de brazo como en los de muñeca, y desde este punto de vista, los dispositivos electrónicos, a diferencia de los analógicos, pueden ofrecer una serie de datos importantes, sobre todo en presencia de usuarios que sufren determinadas patologías o alteraciones cardiovasculares. Y eso no es todo, porque estos datos son útiles para todos aquellos que quieran comprobar su estado de salud tomando medidas de vez en cuando e informando de los resultados a su médico.

Información útil sobre los tensiómetros que debemos conocer

A continuación se enumeran las principales informaciones «necesarias» de un esfigmomanómetro:

Indicador de la OMS. Calibración de la información según las directrices de la Organización Mundial de la Salud, por lo que la información es fiable y veraz;
Detección de arritmias. Muchos dispositivos son capaces no sólo de detectar el ritmo cardíaco, sino también posibles anomalías en los latidos;
Media de todos los valores. Algunos dispositivos de este tipo permiten calcular una media de las lecturas de presión, generalmente las tres últimas; los más avanzados también son capaces de crear gráficos personalizados por fechas o valores de presión, enviados a través de conexión bluetooth o wifi a su smartphone o PC.

Lectura del dispositivo correctamente

A la hora de determinar la presión, es de fundamental importancia poder leer y entender la información que aparece en la pantalla del aparato. La información básica está relacionada con la presión mínima o diastólica y con la presión máxima o sistólica, reconocibles por dos pequeñas etiquetas situadas en el lateral de la pantalla del medidor: DIA para la presión diastólica y SYS para la presión sistólica respectivamente. La hipertensión se produce cuando la presión mínima supera los 90 mmHg y la máxima supera los 140 mmHg, mientras que la hipotensión se produce cuando la presión mínima es inferior a 60 mmHg y la máxima es inferior a 90 mmHg.

Cada esfigmomanómetro muestra también la frecuencia de los latidos del corazón, es decir, el número de latidos que realiza el corazón en un minuto (también llamado bpm). Esta frecuencia debe ser normalmente de 80 a 100 lpm para los niños, de 70 a 120 lpm para los adolescentes y de 60 a 90 lpm para los adultos. Sin embargo, hay que decir que estamos en presencia de valores cambiantes en función de la edad, el estrés, el sexo y la actividad física. Entonces, los modelos más sofisticados, además de la frecuencia cardíaca, muestran también cualquier irregularidad en los latidos del corazón (arritmia), mediante «comillas» alrededor del símbolo del corazón.

Por último, al leer un esfigmomanómetro, uno puede «encontrarse» con códigos bastante «inusuales» que denotan errores en la detección de la presión arterial. Estos errores pueden deberse a una presión demasiado alta del manguito o a unas pilas bajas. En cualquier caso, es posible averiguar el significado de todos estos códigos de error en el manual de instrucciones suministrado con el instrumento.

Funciones que debe tener un tensiómetro

Permiten un uso más fácil y rápido del esfigmomanómetro, resultando muy útiles para aquellos que tienen que mantener su presión arterial bajo control todos los días e informar de las lecturas a su médico. Si bien es cierto que, como es fácil de entender, un mayor número de funciones aumenta el coste del aparato, a continuación se indican algunas de las principales.

La memoria. Muy importante para controlar la presión arterial en diferentes días o en diferentes momentos del mismo día.

Reloj despertador. Útil para aquellos que, por razones médicas, necesitan comprobar la presión arterial diariamente o varias veces durante el mismo día, permite la configuración de una alarma real que suena a la hora deseada y recuerda al usuario que es el momento de medir la presión.
Sensor de movimiento. A través de un icono en la pantalla, indica al usuario cualquier movimiento que pueda afectar al resultado.
Aviso de sustitución de la batería. Útil para «intervenir» con prontitud, evitando así encontrarse con un dispositivo vacío justo cuando lo necesita.
Parada automática. Algunos esfigmomanómetros se apagan automáticamente después de un par de minutos de inactividad, evitando así el consumo innecesario de la batería.
Advertencia de errores de uso. En caso de que la medición sea incorrecta, el aparato avisará de que los datos obtenidos dependen de un error y no deben ser tenidos en cuenta como tales.
Inalámbrico y conectividad. Algunos modelos más innovadores ofrecen la posibilidad de conectarse mediante Bluetooth a la tableta, el smartphone o el PC, y enviar a estos dispositivos los datos recogidos de las mediciones.

Un tensiómetro debe ser facil de usar

Integra la practicidad y la sencillez actuales del esfigmomanómetro, dos factores que cobran mayor importancia si el usuario es una persona mayor o no está especialmente familiarizado con los dispositivos electrónicos. Por lo tanto, la presencia o ausencia de ciertas características marca la diferencia, facilitando el posicionamiento del dispositivo o la visualización y comprensión de los datos que se han medido.

El parámetro en cuestión incluye el tamaño y la claridad de la pantalla, y también la portabilidad cuando se viaja, gracias a la cual es posible utilizar y ver más fácilmente los ajustes a seleccionar y los resultados de la medición de la presión, así como el funcionamiento totalmente automático, para el que el usuario sólo tiene que introducir el brazo y pulsar un botón especial. Y, de nuevo, los controles de la pantalla táctil, más fáciles de manejar que los botones, y la función «parlante», que es una voz que actúa como guía en el uso del dispositivo y en la lectura de los datos.

Materiales de fabricación de un tensiómetro

¿Qué importancia tienen los materiales a la hora de comprar un esfigmomanómetro? Dado que casi todos los fabricantes utilizan el mismo tipo de material -plástico resistente para la base y varios tipos de tejido para el manguito del brazo o la muñeca-, lo importante es orientar su elección hacia marcas conocidas, para estar seguro de que los materiales de fabricación son de calidad, antialérgicos y no tóxicos. Sin duda, son preferibles las fundas fabricadas con tejidos fácilmente lavables, y provistas de cierres de velcro, así como los plásticos que reúnen ciertos requisitos: un plástico deficiente, de hecho, estará ciertamente sujeto a amarillamiento y posible deterioro después de algunos usos.

Accesorios de los tensiómetros

No constituyen un factor primordial a la hora de adquirir su esfigmomanómetro, pero los accesorios son sin duda un conveniente «quid plus» que enriquece el aparato, y que permite al usuario no incurrir en gastos adicionales tras la propia compra. Algunos de ellos se pueden utilizar sólo para el dispositivo de brazo, otros sólo para el de muñeca; estos son algunos de los accesorios que se pueden encontrar en el dispositivo.

Mangas adicionales. Son específicos del esfigmomanómetro de brazo, que generalmente tiene un solo manguito de tamaño estándar; sin embargo, algunos modelos incluyen manguitos más pequeños y más grandes.
Guardado. Un estuche blando o un estuche duro que viene con los dispositivos de brazo y muñeca.
Diario. Un «soporte» de papel para llevar un registro escrito de las mediciones de la presión arterial.
Baterías. Algunos dispositivos proporcionan baterías adicionales además de las estándar incluidas con el dispositivo.

Cuidado, mantenimiento y limpieza de un tensiómetro

Para que el esfigmomanómetro garantice un rendimiento óptimo en todo momento, debe guardarse en un lugar seguro, para evitar posibles golpes o caídas, así como fresco y seco, para evitar que se dañen los componentes electrónicos. Si no vas a utilizarlo durante un largo periodo de tiempo, saca las pilas de su compartimento.

Después, cada seis meses aproximadamente, es aconsejable comprobar y recalibrar el aparato para corregir posibles alteraciones de la calibración con el paso del tiempo: puedes ponerte en contacto con especialistas en la materia, con el fabricante o con el vendedor del aparato en cuestión.

Por último, en cuanto a la limpieza, algunos tipos de mangas pueden lavarse con agua y jabón suave, mientras que la galga debe tratarse exclusivamente con un paño seco: es bueno, en cualquier caso, seguir estrictamente lo que está escrito en el envase o en el folleto de instrucciones.

Precios y marcas especializadas en tensiómetros

Variando según el tipo de operación y el número de funciones ofrecidas, los precios de un esfigmomanómetro van, aproximadamente, desde un mínimo de unos 20 euros hasta cifras superiores a unos 100 euros. La elección, como siempre, es subjetiva y depende de las propias necesidades, que se diversifican según los usuarios de referencia. Lo importante es tener en cuenta que no siempre un precio más bajo es indicativo de un producto poco fiable y de mala calidad, sino -como ahora se ha destacado- de la mayor o menor presencia de las funciones que ofrece el aparato, relacionadas tanto con la información que ofrece como con la facilidad de uso.

En cuanto a las marcas especializadas del sector, es aconsejable orientar la elección hacia nombres conocidos que garanticen un dispositivo no sólo eficaz, preciso y fiable, sino también «fiel» a los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud. En este punto, podemos mencionar a Omron, Beurer, Imetec, así como a Laica, Homedics, Duronic. Estas marcas son garantía, entre otras cosas, de un servicio posventa válido, al que se puede acudir para pedir ayuda en caso de cualquier problema, o para encontrar cualquier pieza de recambio.

Clasificación de los mejores esfigmomanómetros